Hotel Fair Frankfurt

Todos o casi todos los empleados de este hotel son rusos, un poco fríos y bastante serios. Hablan ruso, alemán e inglés perfectamente. Las instalaciones en general son bastante antiguas, las habitaciones y los lavabos también lo eran, sin embargo todo estaba bastante limpio. La habitación no tenía mini-bar ni caja de seguridad. El desayuno era bastante correcto. Lugar muy tranquilo. He estado en hoteles mejores que este en Frankfurt, de la misma categoría y del mismo precio. Está situado a unos 15-20 minutos andando desde la estación central de trenes de Frankfurt, se puede ir también en tranvía (líneas 11 y 21), parada "Speyerer Strasse" (creo que eran unas 3 paradas desde la estación). No es nada difícil llegar hasta allí. A 50 metros hay un restaurante que hace unas pizzas buenísimas a un precio muy razonable. Por allí hay varias tiendas de informática, concesionarios de coches, un locutorio, algún supermercado de comida china...

No es una maravilla de hotel, pero se preocupan por que estés lo mejor posible. Es antiguo y se nota en la instalación, pero el desayuno es bueno. No está lejos de la estación y puedes ir andando aunque el metro te deja en la puerta.